Nuevo año, nuevos propósitos.

Acabamos de empezar un nuevo año. Por ese motivo nos encontramos en unas fechas clave en las que algunos quizá nos hayamos planteado ciertos objetivos para “la nueva etapa que acabamos de comenzar”. Objetivos personales que pueden tener que ver con nuestra salud (en la que tanto practicar deporte como cuidar la alimentación son determinantes), con nuestra economía (ahorrar), el trabajo (conciliación) o nuestras relaciones personales (cuidarlas más).

Ahora bien… ¿Por qué son esenciales estas primeras semanas?

Estos días son importantes porque son aquellos en los que nuestra determinación y fuerza de voluntad nos pone a prueba para crear nuevos hábitos. Una persona no adquiere sus hábitos de la nada. Los hábitos buenos, los que mejoran nuestra calidad de vida, se promueven, se crean y posteriormente se tienen que afianzar. De eso trata, y cuando se interiorizan, resulta más fácil mantenerlos que el propio hecho de empezar. Porque, cuando uno ya tiene el hábito, se podría decir que, a la hora de mantenerlo, “te lo pide el cuerpo”.

De los malos hábitos… mejor no hablamos… ¿No te parece?

La importancia de adquirir hábitos [saludables] para conseguir tus propósitos

Un ejemplo sencillo sería el de arrancar por las mañanas. Si tienes el hábito de ponerte una alarma y levantarte a una hora en concreto todos los días, los primeros días te puede costar, pero más adelante se te hará más sencillo. De hecho, es muy probable que, si un día se te olvidara poner la alarma, te despertarías más o menos a la misma hora.

¿Y lo de subir a casa por las escaleras en vez de coger el ascensor? Esto no te lo planteas si vives en un rascacielos en Nueva York… pero en nuestras casas sí que es más factible. Te podrán doler las piernas al principio, pero ya verás cómo las molestias desaparecen con un poquito de costumbre. ¿Y si empiezas saliendo a la calle bajando por las escaleras, para que no sea tan agotador? 😉

La cuestión es acostumbrar al cuerpo y a sus biorritmos.

Lo mismo ocurre con el deporte y la alimentación. Si en tu rutina diaria reservas un tiempo para el deporte, al irte de vacaciones seguro que lo intentarás mantener. Y con la alimentación sucede algo parecido. Si has conseguido comer de manera saludable en casa, ese hábito podrás mantenerlo cuando estás fuera de ella, pasando unas vacaciones con tus amigos, por ejemplo. Los primeros días igual no te importa, pero cuando llevas 3 o 4 días “comiendo mal”, tu propio cuerpo te va a pedir regresar a lo que está acostumbrado, y que, a lo mejor, la cena de ese día sea una ensaladita.

Cuando adquirimos hábitos, consciente o inconscientemente nuestro cuerpo nos pide mantenerlos. Ahora es cuestión de escoger los verdaderamente saludables.

Tres tips para canalizar tus buenos hábitos

Pues ya que estamos comenzando el año, en Pressumia os vamos a recomendar algunos tips que pueden ayudarte a conseguir hábitos. Y por nuestra filosofía y compromiso, evidentemente apoyaremos los saludables, los que mejoran nuestra calidad de vida.

  1. Duerme bien. Dormir bien no significa dormir muchas horas, ni acostarte a la una de la madrugada y levantarte cuando buenamente te despiertes. Dormir bien se puede traducir en asimilar y mantener un horario. El tiempo que tu cuerpo realmente necesite, porque el cuerpo es como un reloj: funciona mejor cuando todo está en su sitio. Es la idea de los biorritmos que te comentaba anteriormente. ¿Cómo empezar? Lo recomendable es acostarse y levantarse a la misma hora todos los días. No hace falta que sea exacto. Eso sí, no hay que olvidar de cumplir un mínimo de horas. Para un adulto sano es recomendable dormir entre 7 y 8 horas según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
  2. Organízate. Es el principio de cualquier propósito. Se necesita organización. Cuando identificas qué hábito saludable quieres conseguir (comer mejor, hacer más deporte), debes fijarte metas específicas y alcanzables (tomar una pieza más de fruta y verdura al día, salir dos veces por semana a andar o correr…). Cuando no tienes el hábito, es mucho más fácil que se nos olvide, y cuando estás empezando a crear un hábito es muy importante imponer cierto ritmo. Por esto mismo, es recomendable ponerse recordatorios o avisos para que no ocurra. ¿Por qué no aprovechas las alarmas de tu móvil?
  3. Registra tus avances. Y te servirá para analizar tus progresos. Ese registro, además de poder comprobar si estamos acercándonos a cumplir nuestros propósitos, también nos motivará a seguir cuando con cierta perspectiva veamos lo que hemos avanzado. Sin duda alguna nos encontraremos con obstáculos, pero lo importante es hallar la forma de contrarrestarlos.

Si no se te ocurren buenos hábitos y saludables para este nuevo año, desde Pressumia te proponemos en primer uno más que evidente y válido para todas las edades, y no es por favorecer el consumo de nuestros productos: ¡Come mejor, más sano y equilibrado!

¿Cómo conseguirlo? Ya que estás aquí, date un paseo [virtual] por nuestra página de zumos.

¡Saludos y vitaminas!

× Cuéntanos ;)