Ahora que ha empezado el curso escolar, y, en general, las clases de cualquier estudiante, veíamos oportuno abordar un tema que no se suele tratar habitualmente.

Cuando hablamos de alimentación saludable, tenemos la costumbre de hacerlo en líneas generales refiriéndonos a lo que se consideran las comidas principales: desayuno, comida y cena. Hemos oído muchas veces que el desayuno “es la comida más importante del día”, la comida “debe ser fuerte” y una cena siempre “ligerita”. Pero ¿qué pasa con el almuerzo y/o las meriendas? Tendemos a descuidar esta parte de nuestra alimentación y no somos verdaderamente conscientes de su importancia.

Salvo que hayamos preparado con antelación y concienzudamente esta merienda, que no suele ocurrir, para no perder el tiempo tendemos a ir a lo fácil y rápido. “¿Qué hay de malo en tomar una palmerita de chocolate de la máquina de vending de la ofi? Si está buenísima y cuesta tan solo 1 euro.” O también: “Mi hijo me ha pedido unas galletitas de dinosaurios de chocolate que ha visto por la tele. Se las voy a comprar porque, además de que le gustan, vienen en paquetitos y es muy cómodo para que se lo lleve al cole.” Pensamos que, al ser poca cosa, un tentempié, no tiene la relevancia de una comida principal. Aunque si nos paramos a pensar en ello, también hay gente que no se preocupa ni de las comidas “importantes”. Pero eso es otro tema.

¿Miramos las etiquetas de los “productos saludables”?

Otro punto a tener en cuenta consiste en no caer en la trampa de los falsos saludables. ¿Qué son los falsos saludables? Pues podríamos definirlos como productos de la categoría de los batidos y los zumos que en teoría son sanos, porque, se anuncian genéricamente como zumos naturales. Pero si nos fijamos en las etiquetas del valor nutricional, la “letra pequeña” de los alimentos, es posible que tenga un exceso de azúcar, y que verdaderamente la proporción de fruta sea mínima, casi testimonial. Por ello, doctores y especialistas en nutrición constantemente recuerdan a los padres que tengan en cuenta estas cosas y se informen de lo que verdaderamente están dando a sus hijos.

Como no siempre es posible encontrar la alternativa saludable de estos productos, desde Pressumia, y siguiendo los consejos de los nutricionistas, os queremos dar tres alternativas para las meriendas más comunes. Solas o combinadas. Y éstas sí que son más saludables.

  1. El bocadillo de toda la vida. Debemos evitar la bollería industrial, por las grasas saturadas, las parcialmente hidrogenadas o trans, ya que repercuten negativamente en la salud contribuyendo a aumentar la obesidad y sobrepeso, diabetes, colesterol, etc. La opción sin duda es un bocadillo de toda la vida, en los que recomendamos sustituir el pan blanco por pan integral. Y no recurrir a patés de carne (muchas veces con poca carne y mucho aditivo), y probar los de origen vegetal, como el hummus o el guacamole en combinación con otros ingredientes.
  2. Fruta, por supuesto. Si queremos que nuestros hijos tomen más fruta hay que reconocer que es incómodo llevarla en la mochila salvo contadas excepciones, como podría ser una manzana. Y por eso solemos recurrir a los briks de zumos como alternativa. Pero debemos fijarnos en que no tengan azúcares añadidos y verdaderamente tengan un elevado porcentaje de esa fruta de la que es “supuestamente” el zumo. Por esto mismo, en Pressumia estamos muy orgullosos de nuestro proceso de preparación de los nuestros. Porque, además de utilizar ingredientes de primera calidad y de cultivos sostenibles, el zumo obtenido proviene únicamente de las frutas y verduras que exprimimos, hasta la última gota. Y el azúcar que tiene cada zumo es exclusivamente la propia de las frutas y verduras. Resumiendo: un 0% de azúcares añadidos.
  3. Los frutos secos. Por último, aunque los frutos secos son saludables siempre en su justa medida por sus múltiples beneficios, solemos caer en tomarlos fritos y muy procesados, de tal forma que también suelen ir acompañados de mieles y azúcares en exceso. Es sin duda preferiblemente tomarlos naturales o tostados.

¿Y por qué no sólo fruta, sino también verdura?

Un aspecto sorprendente de nuestros zumos Pressumia, es que no contienen únicamente fruta, sino también verdura. ¿Qué tal si te atreves a que los prueben tus hijos? Hay combinaciones para todos los gustos y edades, la verdad.

Es un tema que ya tratamos en el Post Cinco propuestas para cambiar tus hábitos alimentarios, y nuevamente os queremos recordar la importancia de “educar” el paladar y acostumbrarlo a sabores menos azucarados, menos salados o intensos. Es conveniente empezar a educar a nuestros hijos para que coman de todo desde pequeños. Y así cuando sean mayores no haya que reeducarles, ya que será mucho más complicado.

Finalmente compartimos contigo una reflexión… ¿Qué opinas de que hubiera una asignatura en el colegio sobre hábitos de alimentación saludable? De esta forma, los niños podrían ampliar sus hábitos alimentarios, incluso crear sus propios menús, sabiendo en todo momento reconocer de donde proviene cada alimento, cuál debe incluirse en su dieta diaria y de cuáles no se debe abusar. Te animamos a que aportes tu opinión al respecto en nuestro perfil de Instagram.

Ya sólo nos queda una recomendación final… ¡Que tus hijos prueben nuestros zumos! Como están mejor fresquitos, o se los llevas cuando les recojas en el cole, o sólo tendrán que esperar a llegar a casa para cogerlos de la nevera. Estamos convencidos de que, si no todos, la mayoría de ellos les gustarán.

¡Saludos y vitaminas!

× Cuéntanos ;)